Momentos de pánico y de tensión vivieron los pobladores de Huanta en Ayacucho, luego que durante una misa en honor a todos los santos iniciara de manera inesperada un incendio en la sagrada imagen del Señor de Los Milagros. Fue la parte posterior la que sufrió severos daños por las llamas.
Por el Día de los Santos, en la parroquia de la zona, el sacerdote ofreció una liturgia para también recordar a todas aquellas personas que partieron de este mundo, cuando de pronto el olor a quemado y las llamas que salían de la imagen paralizó la misa.
Este lamentable hecho ocurrió en la parroquia San Pedro Matriz de Huanta, aproximadamente, a las 8:30 de la mañana. Testigos afirmaron que todo se trató de un accidente.
Al parecer, una vela encendida cayó sobre el reverso de la imagen y la incendió. El suceso fue alertado por los fieles al notar la presencia del humo.
Al ver esta escena, los devotos corrieron para sofocar el fuego e incluso usaron el agua bendita de la parroquia para sofocar las llamas, pero lamentablemente la imagen de la Virgen de la Nube ya había sufrido daños.
Afortunadamente, este suceso no pasó a mayores, ya que la rápida intervención de los pobladores de la zona hicieron que el fuego sea apagado rápidamente. Las llamas de fuego fueron controladas y se evitó un incidente mayor dentro de la iglesia.
Los fieles que visitan la parroquia San Pedro Matriz de Huanta, aseguraron que realizarán diversas actividades para recaudar fondos y cambiar o reestructurar el lienzo y la Virgen de la Nube y así seguir venerando la sagrada imagen del Señor de los Milagros.
Recordemos que la ciudad de Ayacucho es muy fiel a sus santos y este 1 de noviembre no fue la excepción, ya que celebraron con diversas liturgias que ofrecían las iglesias.
Según el portal Aciprensa, la advocación mariana de Nuestra Señora de la Nube inició hace más de 300 años en Quito (Ecuador), una devoción que en la actualidad es venerada por miles de personas en todo el mundo.
La imagen de la Virgen de la Nube representa a la Madre de Dios en el cielo, rodeada por nubes, llevando en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en la mano derecha un cetro de azucenas. Si bien se desconoce quién fue el autor del lienzo original, la historia de la devoción sí está registrada y se remonta al siglo XVII.
La devoción a la Virgen de la Nube trascendió fronteras y llegó a Lima (Perú), donde la Priora del Monasterio de Madres Nazarenas, Madre Bárbara Josefa de la Santísima Trinidad, incorporó un lienzo de esta advocación mariana en las andas del Señor de los Milagros. El propósito era rendir homenaje a la fundadora del Instituto Nazareno, la Sierva de Dios Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, quien nació en Guayaquil (Ecuador).
El Señor de los Milagros, Cristo de Pachacamilla, Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno o Señor de los Temblores es una imagen del Señor Jesús pintada milagrosamente en una pared de adobe ubicada en el Altar Mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima (Perú).
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