Por Julieta Villar
5 de enero de 2023 / 1:56 p. m.
La entidad provida Grávida rechazó en un comunicado las publicaciones de algunos medios que la acusan de haber retenido a una menor de edad que iba a abortar en Argentina.
En los últimos días, medios de comunicación como “El Litoral”, afirmaron que en la provincia argentina de Santa Fe “una nena embarazada por su padre pidió abortar y fue captada por un grupo provida”.
La menor tiene 12 años y su embarazo es producto de la violación de su padre, que en las últimas horas fue detenido por el delito de abuso sexual agravado.
Según el diario Clarín, “la niña había expresado su voluntad de ser sometida a la interrupción del embarazo y su madre la apoyó en la decisión”.
De acuerdo al medio, el aborto estaba programado “en el hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe en la jornada del lunes, pero no se presentaron”.
“Representantes de Grávida retuvieron a la niña el lunes, el mismo día que tenía turno para que se le practicara la interrupción del embarazo”, indicó Clarín.
Por su parte, Diario UNO aseguró que el acompañamiento durante los últimos 6 meses de 2022 estuvo a cargo del Ministerio de Género. El vínculo, señaló, se quebró el 30 de diciembre, después de que la menor y su mamá “fueron contactadas por un cura para que se acerquen a Misa”.
Luego de una “búsqueda intensiva” por parte de organismos del Estado en sanatorios privados de la ciudad de Santa Fe, ambas fueron encontradas en una sede de Grávida.
Ante lo sucedido, la entidad provida emitió un comunicado para “aclarar que el modo de acompañar ha ido por un carril completamente diferente al que algunos medios de comunicación informaron”.
Grávida recuerda que desde hace más de 30 años ayuda “a embarazadas transitando cualquier tipo de dificultad y a mamás con sus bebés recién nacidos”.
“Estamos al lado, respetamos, acompañamos. Lo nuestro no es convencer. Lo nuestro es estar en medio de situaciones muy complejas”, ayudando a pensar y buscando alternativas, expone la organización provida.
(El artículo continúa después)
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En ese sentido, asegura que en esta oportunidad su intervención respondió a “una situación muy concreta”, que es el caso de “la madre de una menor, una niña embarazada, una gestación de 24 semanas y una patología clínica de relevancia”.
Por ello, ante las noticias que la acusan de mantener a la menor “cautiva”, la organización provida pregunta: “¿Podemos decir que se forzó a alguien cuando fueron las personas las que eligieron recibir la ayuda ofrecida por parte de Grávida?”.
La organización se puso a disposición para acompañar y ofrecer alternativas “con absoluto respeto de las decisiones que se fueran tomando”.
Por otra parte, afirma que se propició una interconsulta especializada ante una patología clínica compleja, lo cual es “un derecho de las personas”.
Asimismo, explica que la familia, al igual que tantas otras que viven alejadas de las zonas urbanas, “recibió un alojamiento y un lugar donde poder estar cómoda, en un momento de decisiones tan difíciles”.
En ese marco, Grávida asegura que la menor y su madre “dijeron sentirse muy a gusto allí”. Además, denuncia que el lugar, que fue ofrecido para ayudar, fue blanco de un allanamiento.
En su comunicado, Grávida recuerda que la Ley de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) “contempla el consentimiento informado”, y señala que las personas “pueden no aceptar la práctica”, aunque se haya ofrecido en el marco de la ley.
Aún firmado el consentimiento, indica, puede suceder que la persona “cambie su decisión”, posibilidad que la ley reconoce.
Finalmente, Grávida reitera que su trabajo “respeta a todas las personas” y su libertad, como premisa de su proceder.
El servicio de la organización se basa “en contener y acompañar, y nunca permanecer indiferentes ante cualquier situación de dolor y de dificultad que requiera nuestra ayuda”.
“Ha sido esa ayuda, respetuosa, personalizada y dialogada, la que se aplicó en cada paso de nuestra intervención”, concluye la entidad provida.
Julieta Villar es licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Matanza (Argentina). Comenzó su carrera profesional como redactora en la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA). Ha colaborado en medios de prensa gráfica y tareas de comunicación en organizaciones de la sociedad civil. Desde octubre de 2022 forma parte del equipo de ACI Prensa como corresponsal para Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay.
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