El mejor consejo que debemos poner en práctica hoy – Catholic.net

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey Nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, quiero resucitar contigo; sácame de la mediocridad de vida que me impide permanecer en tu amor. Enciende mi corazón de amor por Ti para que sea capaz de alejar de mi vida todo aquello que me aparta de Ti
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, los judíos se pusieron a discutir entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?".
Jesús les dijo: "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
Mi carne es verdadera comida y mi Sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo por él, así también el que me come vivirá por mí.
Éste es el pan que ha bajado del cielo; no es como el maná que comieron sus padres, pues murieron. El que come de este pan vivirá para siempre".
Esto lo dijo Jesús enseñando en la sinagoga de Cafarnaúm.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Cuando nos recomiendan algún alimento que nos ayuda a mantener la figura, adelgazar o mejorar alguna cualidad física, creo que a ninguno le interesa si el que lo dice es un doctor o un científico cualificado. Somos prontos a poner en práctica aquel consejo buscando obtener resultados.
Esto se debe a que consideramos una necesidad de primer nivel el mantener nuestro cuerpo sano y bello. Y claro, esto es importante pero no es lo más importante. La pregunta es, ¿qué tal está tu alma? ¿La mantienes en forma y sana?, a esto es lo que se refiere el mejor médico de cuerpos y almas, "Yo les aseguro: Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no podrán tener vida en ustedes". Es su cuerpo y su sangre.
El mejor consejo que debemos poner en práctica hoy mismo. No dejemos pasar un día más sin recibir la gracia y la vida que sólo nuestro Dios y Señor nos puede dar.
Ayúdanos, Madre Santísima, a valorar el don inestimable del Santísimo cuerpo y sangre de Jesucristo, tu Hijo. Y dispón nuestras almas para que lo recibamos digna y santamente.
"Nutrirnos de ese "Pan de vida" significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, sus pensamientos, sus comportamientos. Significa entrar en un dinamismo de amor oblativo y convertirse en personas de paz, personas de perdón, de reconciliación, de compartir solidario. Lo mismo que Jesús ha hecho."
(Papa Francisco, Ángelus 16 de agosto de 2015).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Durante un momento, junto a Jesús Eucaristía, le haré saber cuánto lo amo y cuánto lo necesito en mi vida.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 

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